Día Internacional de Lucha de la Juventud

La unidad de los pueblos latinoamericanos es una urgencia para el presente y los futuros de la Juventud, solo unidos podremos vencer a quienes por siglos han explotado la fuerza joven de trabajo, a aquellos que se llevan lo mejor de la tierra para alimentar las máquinas y las arcas del capital. Nuestra américa se levanta en un solo canto, bajo la voz de un continente joven que despierta para luchar por el territorio, la justicia y la liberación latinoamericana.


La juventud colombiana ha sido el principal alimento para la prolongación de la guerra en nuestro país. La obligatoriedad del servicio militar ha llevado a engrosar las filas del Ejército Nacional, la Policía y otras fuerzas que alientan la construcción de paz a través de la victoria militar sobre el enemigo, que en nuestro contexto ha tomado las más diversas caras y formas que han permitido extender la inmensa lista de casos de violaciones de Derechos Humanos.

Oponernos a la guerra, queremos decir, a la prestación del Servicio Militar Obligatorio y la continuación del conflicto armado. Creemos que en este país es infructuoso alimentar la guerra cuando no tenemos oportunidades de desarrollarnos como sujetos, cuando la desigualdad social nos arrebata oportunidades laborales, educativas, de salud y nos pone de frente el servicio militar obligatorio como la “alternativa” para obtener mejores condiciones sociales (principalmente económicas).

Es por eso, que cada día somos más los y las que exigimos que no nos obliguen a participar de una guerra de la que no queremos hacer parte, que no nos obliguen a empuñar un arma, a proteger empresas nacional y extranjeras privadas que sólo traen desastres ecológicos y ningún recurso económico significativo al país. Que nos dejen andar libremente por los campos y las ciudades sin temor a ser montados en un camión en las batidas que hace el ejército y que son detenciones arbitrarias con fines de reclutamiento (aun siendo ilegal esta práctica). Que no nos exijan un papel sobre un derecho fundamental como es el de trabajar, que se nos respete nuestra forma de pensar, sentir y expresar.

Gritos de esperanza retumbaran en los barrios y veredas de nuestro continente, este 8 de octubre para expresar la fuerza joven de los pueblos que cambiara de fase la historia. Escuelas, colegios, universidades, barrios y veredas serán recorridas por el espíritu de lucha que se alza entre los oprimidos.

Congresistas Populares que mandatan por la Vida digna para los jóvenes, en contra del Exterminio de la juventud, de la militarización de la vida, de la guerra impuesta por el Estado neoliberal y donde los muertos siempre son los jóvenes más empobrecidos por el sistema. Hoy con movilización, conciertos, teatro, murales, campeonatos deportivos nos unimos en una sola Voz, en un solo Grito, contra la dominación imperialista que asesina y desaparece los jóvenes, pero también celebramos y cantamos la alegría de la revolución, que alimenta y retumba en esta nuestra américa.

Christian Mantilla. Abogado defensor de derechos humanos, con experiencia en proyectos colaborativos orientados a la promoción y defensa de los derechos de la población rural y la incidencia en políticas públicas para la ruralidad. Interesado en la investigación socio-jurídica en políticas públicas, derechos humanos y la acción colectiva de las comunidades rurales indígenas, negras y campesinas.

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